Cuando Eduardo Castro prepara un scooter, lo hace siempre sin dejar nada al azar y cuidando hasta el más mínimo detalle… podéis mirar estos scooters por donde queráis y no les encontraréis fallo alguno; ésta es la única forma de llegar al éxito, y en este prototipo lo ha tenido muy fácil ya que la Yamaha Jog RR comparte muchas piezas con la Aerox. Pero vamos a dejar un poco las alabanzas y hablar de su preparación…
Parte ciclo: como toda moto de circuito, debemos mejorar dos aspectos importantes, primero el peso, aligerándola al máximo, eliminando los componentes y partes que no vayamos a utilizar, y segundo la estabilidad, reforzado para ello el chasis allí donde sufre más (anclajes motor y tijas), colocándole además dos barras para evitar torsiones. Las suspensiones se han tratado como una moto de gran premio, la horquilla delantera lleva unos nuevos hidráulicos muy trabajados motados en una tija sobredimensionada Juroca, mientras que el amortiguador trasero es un Tecnoflex con múltiples regulaciones. Los frenos son otro tema importante, ya que si correr y acelerar es importante, poder apurar la frenada es importantísimo: el disco delantero es un Galfer sobredimensionado, y el trasero… pues la Jog tiene freno de tambor y se ha colocado en su lugar un freno de disco de Aerox.
Como detalle la llanta trasera es más ancha y procede de una Aprilia Rallye, son de 12”, medida en la cual se encuentran sin problemas neumáticos de compuesto racing, un trabajo de chasis que se mejora con un amortiguador de dirección y unas estriberas retrasadas.
El motor, como es lógico, se ha preparado, utilizando para ello materiales de las mejores marcas; se ha subido la cilindrada a 70 c.c. con un kit Malossi de carreras, retocando la distribución por el propio Eduardo Castro, la temperatura de funcionamiento del mismo no excede de 40 grados gracias al montaje de dos radiadores en posición frontal. El carburador es un Keihin de 28 mm, el escape un Yasuni carreras cliente hecho a medida, y el encendido un rotor interno de Malossi con curva programable. El motor roza los 20 caballos de potencia… pero es una moto de carreras y eso implica cambiar el pistón y los muelles de embrague cada carrera, o sea unos 50 kilómetros, y cada dos carreras la biela y el cigüeñal, con lo cual su mantenimiento es muuuuuuuy caro.
Parte ciclo: como toda moto de circuito, debemos mejorar dos aspectos importantes, primero el peso, aligerándola al máximo, eliminando los componentes y partes que no vayamos a utilizar, y segundo la estabilidad, reforzado para ello el chasis allí donde sufre más (anclajes motor y tijas), colocándole además dos barras para evitar torsiones. Las suspensiones se han tratado como una moto de gran premio, la horquilla delantera lleva unos nuevos hidráulicos muy trabajados motados en una tija sobredimensionada Juroca, mientras que el amortiguador trasero es un Tecnoflex con múltiples regulaciones. Los frenos son otro tema importante, ya que si correr y acelerar es importante, poder apurar la frenada es importantísimo: el disco delantero es un Galfer sobredimensionado, y el trasero… pues la Jog tiene freno de tambor y se ha colocado en su lugar un freno de disco de Aerox.
Como detalle la llanta trasera es más ancha y procede de una Aprilia Rallye, son de 12”, medida en la cual se encuentran sin problemas neumáticos de compuesto racing, un trabajo de chasis que se mejora con un amortiguador de dirección y unas estriberas retrasadas.
El motor, como es lógico, se ha preparado, utilizando para ello materiales de las mejores marcas; se ha subido la cilindrada a 70 c.c. con un kit Malossi de carreras, retocando la distribución por el propio Eduardo Castro, la temperatura de funcionamiento del mismo no excede de 40 grados gracias al montaje de dos radiadores en posición frontal. El carburador es un Keihin de 28 mm, el escape un Yasuni carreras cliente hecho a medida, y el encendido un rotor interno de Malossi con curva programable. El motor roza los 20 caballos de potencia… pero es una moto de carreras y eso implica cambiar el pistón y los muelles de embrague cada carrera, o sea unos 50 kilómetros, y cada dos carreras la biela y el cigüeñal, con lo cual su mantenimiento es muuuuuuuy caro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario